DESNUTRICION INFANTIL
La desnutrición afecta radicalmente el rendimiento
escolar de los niños. El haber nacido con bajo peso, haber padecido anemia por
deficiencia de hierro, o deficiencia de zinc, pueden significar un costo de
hasta 15 puntos en el Coeficiente Intelectual teórico, y varios centímetros
menos de estatura. Un niño de baja talla social tiene hasta veinte veces más
riesgo de repetir grados que otro de talla normal, y la repitencia lógicamente
se va haciendo más frecuente a medida que se avanza en los grados, o sea a
medida que las exigencias curriculares se van haciendo mayores.
Esta conjunción de factores negativos conspira
contra el desempeño escolar de los niños. Dos estudios de nuestro grupo, uno en
Tierra del Fuego, y otro en Lobería (Buenos Aires) demostraron que casi un
cuarto de los niños al ingresar al primer grado de la escuela tienen un CI
inferior a lo esperable. Este estudio, en dos comunidades en las que no existe
malnutrición, demostró que uno de los factores responsables de este bajo
desempeño es la inadecuada estimulación temprana por parte de progenitrores que
ignoraban cómo hacerlo. En ambas ciudades se observó, independientemente del
nivel profesional y educacional, casi 10 puntos de diferencia en el CI entre
las familias estimuladoras y las que no lo hacían adecuadamente.
En otro estudio, en un comunidad típica de muy
bajos ingresos en un partido del Gran Buenos Aires, el 65% de los niños tenían
un nivel inferior, y presentaba un 30% muy bajo CI, que indicaba un futuro de
repetidores obligados.
Hoy no quedan dudas que la desnutrición afecta el
desarrollo intelectual, y sin necesidad de que sea extrema como en los casos
que hemos visto en la prensa estos días. Para los cientos de miles de niños que
están en una situación de subalimentación y mala nutrición, el riesgo de
fracaso escolar es muy alto.
Mucho se ha hablado de la revolución educativa.
Sobre la base de lo antedicho, consideramos que la misma comienza desde el
cuidado del embarazo y se extiende por toda la infancia más temprana. Si la
materia prima –los niños- que llega al sistema escolar no es adecuada, el
producto tampoco lo será.
Estar con una buena salud es indispensable para un buen desempeño escolar, me parece interesante este artículo.
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